Reconozco y acepto el bien que me aguarda
A veces, debido a un cambio, quizás sienta que mi vida no volverá
a ser la misma.
Mas la verdad es que cada día está llena de cambios.
Algunos son grandes, haciéndome sentir que estoy en una
encrucijada y otros, solo requiere pequeños ajustes.
En vez de preocuparme por lo que puede suceder en momentos,
días o semanas futuras, decido permanecer en calma hoy.
Sé que el bien siempre está presente en mí.
Recibo con beneplácito las encrucijadas en mi vida, ya que me
proporcionan nuevas oportunidades para reconocer y aceptar el
bien que me espera.
Toda buena dadiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del
padre de las luces, en el cual no hay mudanzas ni sombras de
variación.
Fuente; internet